Evolución de la obesidad

En el último siglo, la obesidad ha llegado a ser un importante problema de salud muy relacionado con cambios en la sociedad que favorecen alimentaciones con balance calórico positivo que ocasiona ganancia de peso. Los factores principales son alimentaciones ricas en calorías y/o grasas, insuficiente actividad física y vida más sedentaria.

La obesidad es el principal factor de riesgo para un número importante de patologías como enfermedad cardiovascular, hipertensión, enfermedad coronaria, ciertos tipos de cáncer y sobre todo tiene una estrecha relación con la aparición de diabetes tipo 2. La expectativa es que en 2025 habrá 300 millones de personas con diabetes relacionada con la obesidad, acuñándose desde hace tiempo el término DIABESIDAD para explicar esta estrecha relación.

diabetes tipo 2

Grasa visceral

El sobrepeso y la obesidad es actualmente un problema importante de salud, confirmándose que tan importante es el sobrepeso con IMC altos como el acúmulo de grasa visceral, siendo un factor de riesgo independiente para ocasionar múltiples patologías como diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico y un aumento de la mortalidad.

Los estudios sobre grasa visceral, la que está en las vísceras internas tiene mucho más riesgo para la salud que la grasa subcutánea que aparece en nuestra apariencia externa. Por ello, hoy día es muy importante medir la grasa visceral de las personas tanto como el índice de masa corporal como el perímetro abdominal.

Tendencia de la obesidad en mujeres y consecuencias

La obesidad es algo más frecuente en mujeres que en hombres. La obesidad en mujeres puede ocasionar diversos problemas como problemas de fertilidad, ya que las mujeres obesas tienen más dificultad para la concepción. La obesidad también ocasiona cambios hormonales en las mujeres con el envejecimiento. La aparición del ovario poliquístico es más frecuente en mujeres obesas. Además, una mujer obesa que se queda embarazada tiene más riesgo de tener diabetes gestacional, hipertensión arterial y preeclampsia.

Factores de riesgo

Dado que la obesidad sigue aumentando a nivel mundial y todas las consecuencias que ello puede dar lugar, es muy importante conocer todos los factores de riesgo que pueden causar obesidad. Después de algunos metas análisis que han estudiado este problema, se reconocen varios factores de riego para desarrollar obesidad como son:

  • Actividad física
  • Edad (mayor con el paso de los años)
  • Género
  • Raza
  • Factores genéticos
  • Dieta no equilibrada
  • Estado socioeconómico en sentido negativo cuanto más bajo sea
  • Diabetes e intolerancia a la glucosa
  • Alto peso al nacimiento
  • Hipertensión arterial
  • Alteración del colesterol y triglicéridos
  • Nivel educacional
  • Nivel de inteligencia
  • No hacer comidas regulares diariamente
  • Duración del sueño
  • Satisfacción con tu vida diaria
  • Nivel de stress y depresión · Ingresos anuales
  • Consumo de frutas y verduras
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Consumo excesivo de bebidas azucaradas
  • Estar en el paro laboral
  • Ingesta de comida basura
  • Ambiente “obesogénico”
  • Historia de obesidad en los padres

comida basura

Con el paso de los años existe una clara pérdida de la masa muscular, denominada sarcopenia y que se asocia con fragilidad física e incremento de enfermedades crónicas. La pérdida de masa muscular empieza a edades medias y puede alcanzar el 50% de toda las masa muscular en la 8ª-9ª década de vida.

Hay dos mecanismos subyacentes que regulan la disminución de la masa y la función muscular: la atrofia de las fibras musculares y la pérdida de fibras musculares (hipoplasia). Los mecanismos de la atrofia de las fibras musculares en humanos se relacionan con desequilibrios en la síntesis de proteínas musculares (MPS) y la descomposición (MPB); sin embargo, dado que existe evidencia limitada de alteraciones basales en el recambio de proteínas musculares, parecería que la «resistencia anabólica» a las señales ambientales fundamentales que regulan la homeostasis muscular diurna (es decir, la actividad física y la nutrición), subyacen a las perturbaciones catabólicas relacionadas con la edad en la proteostasis muscular. Es decir, por algún mecanismo que no se conoce, existiría una alteración muscular en algún nivel que hace que el músculo con la edad no responda como debería a la actividad física y la nutrición.

Tratamiento para la obesidad

El tratamiento del sobrepeso y la obesidad se inicia con un control de la ingesta calórica y cambios en el estilo de vida aumentando el ejercicio. Esta sería la primera opción para estos pacientes, siempre controlados por médicos especialistas o nutricionistas. El siguiente paso del tratamiento sería métodos como la colocación del balón intragástrico en sus formas clásica o el más actual, el balón ingerido. El balón actúa creando una sensación de plenitud que favorece el llevar una dieta y por tanto adelgazar. Es importante que todos los pacientes que llevan un balón gástrico sepan que es fundamental llevar una dieta el tiempo durante el cual permanece el balón y que tras su retirada o desaparición como es el caso del balón tragado, deben mantener un control de su dieta para evitar reengordes.

Cuando la obesidad es una obesidad severa o mórbida, o existen otras patologías concomitantes como diabetes, hipertensión, etc., solo la cirugía bariátrica proporciona los mejores resultados y a más largo plazo. Entre las técnicas a tener en cuenta cabe destacar la reducción gástrica (manga gástrica) en la que se extirpa el 80% del estómago, creando una sensación de saciedad precoz o el bypass intestinal, donde el alimento no pasa por una parte de intestino para evitar su absorción. Estas técnicas deben realizarse en centros acreditados y por cirujanos acreditados y por supuesto con técnica de laparoscopia en 3D para minimizar los riesgos y complicaciones.