Obesidad y consecuencias

La obesidad mórbida representa ya un problema importante a nivel mundial y por supuesto en España, considerándose ya de forma clara una pandemia. Ya reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad, la obesidad mórbida requiere de medidas preventivas y de tratamiento por los efectos negativos que ocasiona en las personas que la presentan.
La obesidad mórbida es causante de múltiples patologías como la aparición de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, trastornos articulares, alteraciones del sueño y diferentes patologías psicosociales. También aumenta la probabilidad de aparición de bastantes tipos de tumores, habiéndose demostrado la relación que tiene la obesidad mórbida con la aparición de cáncer de colon, esófago, riñón, mama y útero, apareciendo nuevas relaciones con otros tipos de cáncer conforme avanzan los estudios.

Estudio sobre la obesidad

En 2020, durante la pandemia de COVID, el Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Sanidad y todos los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas pusieron en marcha el estudio ENE-COVID para saber la prevalencia de covid. Este estudio tiene también un importante estudio antropométrico de la población española que sirvió para que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria presentara los datos de obesidad en España, presentados según las principales variables sociodemográficas y la distribución geográfica.

Tanto la prevalencia de sobrepeso como la de obesidad son mayores en hombres (44,3% y 19,3% respectivamente) que en mujeres (30,4% y 18,0% respectivamente). También son mayores al aumentar la edad, en personas con discapacidad, entre las personas con bajo nivel de estudios y personas con bajo nivel de renta. También se observan prevalencias mayores en los municipios pequeños respecto a las grandes ciudades, mientras que no se aprecian diferencias entre personas con nacionalidad española o extranjera. La prevalencia de peso normal es mayor en las mujeres (48,7% frente a 35,7%), las personas jóvenes (18-30 años), con estudios secundarios o universitarios y en los municipios grandes. También se muestran en detalle los resultados para la obesidad severa y el bajo peso, que son más frecuentes en mujeres. Hay también diferencias según las Comunidades Autónomas y la situación geográfica en España. Las prevalencias más altas para todos los estados de adiposidad se observan en el sur y noroeste de la península, así como en las Islas Canarias, en ambos sexos, y también el sobrepeso en mujeres en el centro oeste. La mitad norte y este del país muestran las prevalencias más altas de peso normal, en hombres y en mujeres, mientras que la proporción de personas con bajo peso es más alta en la zona centro y noreste.

Este estudio ENE-COVID también se hizo para la población infantil y adolescente en España. Las prevalencias de sobrepeso, obesidad, obesidad severa y exceso de peso, definidas por los criterios de la OMS, son mayores en niños (20,3 %, 13,4 %, 2,9 % y 33,7 % respectivamente) que en niñas (18,1 %, 7,9 %, 1,2 % y 26,0 % respectivamente). Las prevalencias más altas de obesidad, obesidad severa y exceso de peso se observan en el grupo de 6-9 años, mientras que el sobrepeso es más frecuente a los 10-13 años. Estas prevalencias son superiores en los hogares con bajo nivel de estudios, o situados en secciones censales con bajo nivel de renta relativa respecto a su provincia, o donde vive al menos una persona adulta con obesidad o exceso de peso.

La prevalencia de peso normal es mayor en las niñas (70,7 % frente a 62,4 % en niños), en los hogares con adultos con estudios universitarios o en secciones censales con mayor renta relativa. También en aquellos hogares donde todos los adultos tienen peso normal. Para el bajo peso no se observan diferencias por sexo (3,8 % en niños y 3,4 % en niñas). Respecto a la distribución geográfica, el informe proporciona los resultados por provincia y por comunidad autónoma. Existen diferencias relevantes en los patrones geográficos de las prevalencias de las diferentes situaciones ponderales a nivel provincial. En general, las prevalencias más altas para todos los estados de adiposidad se observan sobre todo en las provincias o regiones del sur, mientras que las de peso normal están más en el norte del país.

Desgraciadamente estas cifras tanto en adultos como en niños y adolescentes se mantienen altas con el paso de los años. Para tratar este problema, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) y la Fundación Alimentum firman un convenio de colaboración para el desarrollo de un Plan de fomento de Hábitos de Vida Saludables en la Población Española (Plan HAVISA).

Tratamiento para la obesidad

El objetivo es cooperar en un plan que reúna una alimentación equilibrada, variada y moderada, junto con la práctica de ejercicio físico. Consiste en una serie de mensajes en televisión para divulgar hábitos de comida saludables y la realización de ejercicio físico, siguiendo la estrategia NAOS que es una estrategia de salud siguiendo las directrices de la Organización Médica de la Salud, Unión Europea, etc) y que tiene como meta invertir la tendencia de aumento de la obesidad mediante hábitos de comida saludable y ejercicio físico con objeto de disminuir las tasas de morbimortalidad asociadas a la obesidad. Dentro de estos cambios se insiste en la necesidad de consumir alimentos saludables como las verduras y hortalizas, frutas, cereales integrales, aceite de oliva, legumbres, frutos secos, pescados y carnes blancas, evitando las carnes rojas y sobre todo los alimentos procesados, dulces y grasas animales.

carne roja

Cirugía de la obesidad

Cuando la obesidad mórbida está establecida, el mejor tratamiento a largo plazo, como se ha demostrado ya, es la cirugía. Dentro de las cirugías tenemos fundamentalmente dos tipos de grupos: cirugías restrictivas, en las que se reduce ampliamente la capacidad del estómago para crear una saciedad precoz con pequeñas cantidades de alimentos y donde la manga gástrica es la técnica de elección, y las técnicas malabsortivas en las que prima el cortocircuito intestinal para evitar que los alimentos pasen por todo el intestino. Esto crea una malabsorción controlada que provoca un importante adelgazamiento. Estas técnicas no solo han demostrado su utilidad para tratar la obesidad, sino que también son muy útiles para tratar la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y muchas de las comorbilidades asociadas a la obesidad.

Estas técnicas quirúrgicas deben hacerse por cirujanos experimentados, dentro de Unidades acreditadas y bajo cirugía laparoscópica en 3 dimensiones, que proporciona la misma visión que el ojo humano y crea un campo de visión perfecto, hecho que disminuye el tiempo operatorio y las complicaciones intraoperatorias al mejorar sobremanera la visión del campo operatorio.