La obesidad se considera una enfermedad por declaración de la Organización Mundial de la Salud desde 1995. Se trata de una patología que aumenta el acúmulo de grasa en el organismo y por tanto provoca una alteración de la salud. Como tal enfermedad, se deben poner todas las medidas necesarias para su prevención y tratamiento.  

Tratamiento de la obesidad

Dentro del tratamiento de la obesidad y fundamentalmente en la obesidad severa (índice de masa corporal mayor de 35) y en la obesidad mórbida (índice de masa corporal de 40 o más), está demostrado que el mejor tratamiento a largo plazo es la cirugía de la obesidad o cirugía bariátrica o más conocido últimamente como cirugía metabólica. Este tratamiento quirúrgico es mejor, como hemos comentado, a largo plazo que las dietas u otro tipo de tratamiento.  

cirugía bariátrica quirófano

Preoperatorio

Antes de la cirugía es preceptivo una visita con el especialista en cirugía de la obesidad y diabetes. Dicho cirujano especialista le explicará las diferentes posibilidades quirúrgicas y las técnicas que pueden usarse en dependencia de su edad, sobrepeso, hábitos alimentarios, comorbilidades como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, etc. Junto a ello es preceptivo realizar un estudio preoperatorio que incluya un estudio analítico con estudio hormonal, radiografía de tórax, electrocardiograma, espirometría para valorar su función respiratoria, gastroscopia y cualquiera otra prueba o visita con algún especialista que el cirujano considere oportuno por sus patologías. Todo ello hará que antes de la cirugía se tenga toda la información para elegir el tipo de cirugía que se le va a hacer. 

Dentro de este estudio preoperatorio, será importante valorar cualquier posible trastorno alimentario que el paciente tenga. Esto es muy importante ya que, si no se corrige, las posibilidades de éxito de la cirugía son escasas en cuanto a una pérdida de peso esperada y la posibilidad de reengorde. Por ello, antes de la cirugía es importante que, si hay un trastorno alimentario, el paciente sea valorado por el especialista correspondiente, endocrinólogo, psiquiatra, psicólogo, etc. para corregirlo antes de cualquier procedimiento quirúrgico. 

Salud mental

De igual forma, y antes de la cirugía, debe valorarse la salud mental del paciente. En ocasiones, ciertas patologías mentales se acompañan de obesidad, por lo que es necesario tener un informe de la salud mental del paciente antes de la cirugía. A veces, las alteraciones de la salud mental del obeso se deben a la misma obesidad, que les provoca cambios de la personalidad, alteraciones de la personalidad, alteraciones en el ámbito social y personal, etc.

salud mental

En estos casos, la cirugía será de gran ayuda para mejorar estas alteraciones. De cualquier forma, en muchos casos es necesaria la valoración preoperatoria por el especialista en salud mental para definir posibles alteraciones del paciente y si este será capaz de entender la cirugía que se le va a hacer y aceptar todas las pautas postoperatorias que se le van a demandar. 

Después de la cirugía de la obesidad

No solo es importante este estudio preoperatorio, sino que también el especialista le informará del después de la cirugía, es decir, qué pautas de alimentación deberá llevar en las semanas siguientes a la cirugía, progresiva adecuación a sus actividades de la vida diaria, a su vida laboral, etc. Todo ello será muy importante para el éxito de la cirugía, ya que no solo va a ser la cirugía una gran aliada para la pérdida de su exceso de peso, sino que el paciente debe seguir estas pautas posteriores para evitar que la cirugía no alcance la pérdida de peso que queramos o se produzca un reengorde.

Como decimos, la cirugía es necesaria en caso de obesidades altas, pero si luego no se sigue de una correcta alimentación dentro de una denominada vida saludable con la ingesta, cambios en las actividades con mayor ejercicio, etc. los resultados de la cirugía pueden no ser los deseados, y la pérdida de peso no ser la esperada.  Por eso, si el paciente llevaba una alimentación con exceso de dulces, bebidas azucaradas, hidratos de carbono, bollería industrial, etc. debe realizar unos cambios en estos hábitos, suprimiendo estos alimentos dentro de lo que hemos comentado de una dieta saludable.