¿Influyen los genes en el desarrollo de la obesidad?
Las causas más importantes para la aparición de obesidad son fundamentalmente la mayor ingesta calórica y el sedentarismo. Sin embargo, el origen genético de la obesidad es un hecho bien conocido y demostrado en la actualidad.
De esta forma se han descrito en la actualidad más de 3000 genes implicados en la obesidad, los cuales determinan alteraciones en el hambre y en la saciedad fundamentalmente y son responsables de una variación entre el 40 y el 70% del índice de masa corporal. Es decir, estos genes hacen que las personas que los tienen tengan más sensación de hambre y menos de saciedad que una persona sin ellos. Pero también hay genes que intervienen en los procesos de maduración y crecimiento de los adipocitos, siendo esto muy importante ya que el número y tamaño de los adipocitos en la infancia será muy importante en la posible obesidad del adulto. del tejido adiposo son procesos básicos que explican la etiología de la obesidad.
Mutaciones genéticas y factores que favorecen la obesidad
Y concretando a nivel genético tenemos que las mutaciones en el gen MC4R (18q22, OMIM #155541) cursan clínicamente con gran obesidad e hiperfagia, y constituyen la causa más frecuente de obesidad humana monogénica. Esto confirma la gran importancia del componente genético de la obesidad.
Pero además de los cambios genéticos que afectan a la obesidad, hoy día se han estudiado alteraciones epigenéticas asociadas. Serían alteraciones condicionadas por el ambiente y que afectan a los genes sin provocarles alteraciones en el ADN. Es decir, factores ambientales que alteran la función de los genes, pero sin alterar su ADN.
Factores ambientales
Estos factores ambientales se relacionan directamente con los cambios en los hábitos alimenticios sobre todo con las grandes ingestas calóricas motivadas por la comida barata o comida basura. Esto alteraría la función de algunos genes provocando la aparición de obesidad.
Hay mucha evidencia hoy día que el epigenoma varia por condiciones como la edad o variaciones genéticas. Pero también por las condiciones del embarazo, actividad física desarrollada y disponibilidad de nutrientes. Y no solo el epigenoma puede afectar a la aparición de obesidad sino también a enfermedades asociadas con ella como la diabetes tipo 2.
Muchos estudios están en marcha para poder modificar estas alteraciones del epigenoma que puede prevenir la aparición de obesidad y diabetes tipo 2, demostrando que la obesidad se puede heredar por alteraciones en los genes, pero también sin que existan estas alteraciones en el ADN de los mismos, porque el epigenoma afecte la función de dicho ADN.
Factores familiares
Otro factor importante en la obesidad es la influencia familiar. Sabemos que la obesidad infantil es muy peligrosa ya que aumenta el número de adipocitos mientras estos se están reproduciendo. Es por ello que a estas edades es importante una correcta alimentación que debe favorecerse por los hábitos familiares donde se incluye el tipo de vida de los padres, su nivel socioeconómico y su comportamiento en general con la alimentación.
Esta supervisión de la dieta en los niños y niñas debe ser también en los comedores escolares donde los encargados deben garantizar una alimentación saludable con las calorías adecuadas y por supuesto con información a los padres.
Tratamiento de la obesidad
Por ello, el tratamiento de la obesidad debe empezar por cambios en la ingesta y en otros factores como el sedentarismo. Cuando se ha alcanzado una obesidad mórbida, los tratamientos dietéticos con o sin soporte de medicamentos o psicólogos, serán insuficientes. Entonces, solo la cirugía puede garantizar buenos resultados. La indicación de cirugía se hará, por tanto, con IMC (índice de masas corporal) superior a 40 o IMC superior a 35 sufriendo además patologías asociadas a la obesidad.
En caso de IMC mayores de 30 y con patologías asociadas y fracaso de otros tratamientos, también la cirugía puede estar indicada.
Entre las técnicas recomendadas podemos proponer dos fundamentalmente: Una reducción gástrica como la manga gástrica donde se reduce el 80% de la capacidad del estómago para que con pocas cantidades de comida la persona se sienta satisfecha, y los bypass intestinales, donde se asocia una reducción de estómago junto con un cortocircuito intestinal que impide que el alimento pase por un segmento predeterminado de intestino para que no se absorba y que será mayor o menor en dependencia de varios factores como la edad, IMC, otras patología asociadas como la diabetes tipo 2, etc. pero siempre con un buen seguimiento para evitar los problemas que puedan aparecer en las cirugía derivativas.